martes, 4 de noviembre de 2008

El ojo


Qué es?

El ojo, o globo ocular, es el órgano que detecta la luz, siendo la base del sentido de la vista. Se compone de un sistema sensible a los cambios de luz, capaz de transformar éstos en impulsos eléctricos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar si los alrededores están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven para proporcionar el sentido de la vista.
¿Cómo funciona?
El ojo recibe los estímulos de los rayos de luz procedentes del entorno y los transforman en impulsos nerviosos.
Estos impulsos llegan hasta el centro cerebral de la visión, donde se descodifican y se convierten en imágenes.
Sus partes...
Pupila

La pupila viene del griego pupis y significa la parte central del iris. Se trata de una abertura dilatable y contráctil de color negro con la función de regular la iluminación que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo.
La pupila es el diafragma del ojo. Los músculos del músculo ciliar que tienen forma circular y de radio, la abren o la cierran en función de la luminosidad.

La pupila en sí, es transparente, ya que es un agujero. Se ve negra ya que es el reflejo del fondo del ojo.

Córnea y cristalino

La córnea es una importante porción anatómica del ojo y el cristalino es un componente del ojo con forma biconvexa; constituyen el objetivo del ojo.
Cuando un rayo de luz pasa de una sustancia transparente a otra, su trayectoria se desvía: este fenómeno se conoce con el nombre de refracción.
La luz se refracta en el cristalino y se proyecta sobre la retina.
El cristalino regula la distancia curvándose más o menos.
Si el cristalino es opaco, la retina transmite una imagen borrosa.
Esta patología es conocida como "cataratas".

Retina

En la retina están las células visuales, por lo que se puede comparar a una película fotosensible. La luz, es decir, la imagen que percibimos, se transforma allí en impulsos eléctricos que el nervio óptico transmite al cerebro.
Los nervios ópticos de la zona nasal de ambos ojos se entrecruzan antes de entrar en el encéfalo, formando el quiasma óptico, en cambio la zona temporal no se cruza, dejando en un lado del cerebro el sector nasal de un ojo y el temporal del otro. Luego se prolongan por las vías visuales hacia la zona media del cerebro y atravesando el tejido cerebral, alcanzan los centros visuales de los lóbulos occipitales. Se ignora que ocurre con exactitud después, pero los impulsos eléctricos se transforman en imágenes. La imagen llega invertida y deforme por las irregularidades del ojo a la retina, pero el cerebro la rectifica y podemos percibirla en su posición original.

Conos y bastones

Las células sensoriales de la retina reaccionan de forma distinta a la luz y los colores.
Los bastones se activan en la oscuridad, y sólo permiten distinguir el negro, el blanco y los distintos grises.
Los conos, en cambio funcionan de día y en ambientes iluminados, y hacen posible la visión en los colores.
En realidad hay tres tipos de conos, adaptados a cada uno a los colores azul, rojo y verde; los cuales interaccionan mezclándose para formar el espectro completo de luz visible.
Los conos están concentrados en el centro de la retina mientras que la frecuencia de los bastones aumenta a medida que nos alejamos de la mácula lutea hacia la periferia. Cada Cono (célula) está conectado individualmente con el centro visual del cerebro, lo que en la práctica permite distinguir a una distancia de 10 metros dos puntos luminosos separados por sólo un milímetro.


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